¡Hola! Me llamo Guillermo y, cuando tenia 31 años, mi vida cambió radicalmente. Estaba de vacaciones cuando me empecé a encontrar mal y muy cansado. Tras una analítica de sangre me dieron el diagnóstico: leucemia linfoblástica aguda.
No os voy a mentir, no fue fácil. Empecé el tratamiento y parecía interminable… es una enfermedad dura y larga que se hace muy cuesta arriba por momentos. Pero todo cambió cuando vimos que mi hermano era 100% compatible conmigo y gracias a su generosidad, me salvó la vida con su donación de médula ósea. A partir de ahí todo fue mejor.
Estoy aquí escribiendo estas palabras después de 2 años, y me siento contento de hacerlo. He llegado hasta aquí gracias a todas las personas que hacen posible cada día con su trabajo que nunca nos sintamos solos. Gracias especialmente al equipo médico del hospital, a todos los investigadores y a la Fundación Josep Carreras.
Estaré siempre agradecido a mi hermano por regalarme esta nueva oportunidad de vivir. Pero no todo el mundo es compatible con un familiar suyo, y muchos necesitan de la generosidad de una persona anónima para poder hacerse un trasplante de médula ósea. ¡ÁNIMATE e infórmate!
Guillermo